Voces históricas

La historia de las Islas de los Dioses.

Nombradas por los romanos como Islas de los Dioses, han sido hogar del hombre a lo largo de diferentes periodos de la historia. Así, se encuentran evidencias durante las eras del Paleolítico y Neolítico, aunque no es hasta la Edad del Bronce cuando se llega a constituir un verdadero asentamiento en las Islas Cíes. De esa época data, en concreto, el poblado conocido como As Hortas, situado en la ladera del Monte Faro y que fue ocupado también durante la época de los romanos. Los hallazgos encontrados entre los restos de estos asentamientos son un testimonio de que sus habitantes explotaban los recursos de estas aguas, y de que, probablemente, tenían relaciones comerciales con la gente de la costa. Entre otras, éstas son las actividades, estructuras y elementos que se evidencian:

• — Depósitos de conchas.
• — Trabajos de salazón.
• — Asentamientos fortificados.
• — Asentamientos costeros.
• — Defensas costera y miradores.
• — Huellas del paisaje agrario.

Durante la Edad Media se instalaron en las Islas Cíes dos conventos-eremitorios: San Martiño en la isla sur y San Estevo en la Isla del Medio y en los siglos siguientes se vinieron sucediendo episodios de incremento de asentamientos poblaciones.

Sin embargo, a partir del siglo XVI y como consecuencia fundamental de los continuos ataques de los piratas turcos, tunecinos e ingleses, las islas vuelven a sufrir un proceso de despoblación. Entre los siglos XVI y XVIII la presencia de piratas, corsarios y armadas enemigas, ingleses y berberiscos del norte de África fue constante en las mismas. En concreto, el 6 de octubre de 1585, la escuadra inglesa al mando de Drake, fondea en Cíes, pero el estado del mar frustra su ataque a Bayona. El 29 de junio de 1589, después de fracasar en su intento de tomar Lisboa, Drake, ataca Vigo, una vez más desde Cíes, saqueándola por completo.

Debido a estos ataques, en el siglo XIX se llevaron a cabo varios planes de fortificación, a través de la construcción de un almacén de artillería, un cuartel de Carabineros o una cárcel en los alrededores de la playa Nosa Señora, lo que propició una mayor confianza y fomentó la repoblación y restablecimiento de nuevas actividades. Circunstancias como la relación de paz entre España y Gran Bretaña, la desaparición de la piratería y la desmilitarización de las islas, favorecen a su vez la repoblación de las islas.

Coincidiendo con esta nueva era, en el año 1840, la reina Mª Cristina promulga la Real Orden de 20 de julio por la que se declara que las Islas Cíes quedan comprendidas en términos del Ayuntamiento de Vigo, acotando así su jurisdicción territorial.

En ese mismo año, 1840, se instalaron dos fábricas de salazón y una década después, en 1852, se construye el Faro de Cíes y una taberna en las proximidades del Lago.

Ya es a partir del siglo XX cuando sucede el más fuerte proceso de despoblación que conllevó a la situación actual de no asentamientos en las islas. Proceso de despoblación que viene acompañado del despertar de un creciente interés turístico, sobre todo por parte de las clases más acomodadas, que se hace más significativo a partir de los años 50, haciéndose necesaria la protección de sus valores naturales y ambientales, que culmina con su declaración en 1980 como Parque Natural.