El medio marino que rodea el archipiélago puede considerarse el valor más destacable de las Islas, no solo por extensión (86% de la superficie total de Cíes, con 2.658 hectáreas) y la riqueza ecológica de sus hábitats y comunidades, sino por los fenómenos oceanográficos y procesos ecológicos que en él se citan y que confieren a las Islas unas características exclusivas y singulares para el desarrollo de la vida marina.
La rica y representativa biodiversidad marina de la región se mantiene gracias a la elevada productividad de sus aguas con altos niveles de nutrientes, consecuencia fundamental de las condiciones oceanográficas de las Islas Cíes, de los procesos de escorrentía terrestre y del afloramiento costero, siendo este último el que mayor influencia ejerce. La alta productividad da cabida a grandes predadores como mamíferos marinos y peces que se adentran en las aguas de la plataforma gallega y forman poblaciones residentes o las usan como ruta de paso, algunas con poblaciones en declive en todo el mundo.
La diversidad de fondos que se dan en las Islas reside fundamentalmente en la pluralidad de sus sustratos, la riqueza de recursos y los diferentes grados de exposición que presentan las vertientes del archipiélago.
La laguna somera entre las islas de Monteagudo y do Faro es una laguna de agua salada con una elevada biodiversidad. Se conoce con el nombre de Lago dos Nenos.
Los peces de esta zona, presentan normalmente formas hidrodinámicas y suelen vivir agrupados en bancos. Suelen carecer de colores vistosos, ya que necesitan camuflarse con la columna de agua.