Fondos Marinos

Fondos de maërl

Son fondos formados fundamentalmente por algas calcáreas que ofrecen una estructura tridimensional que actúa de refugios permitiendo el desarrollo de una gran diversidad animal.

Estos fondos están contemplados en la Red Natura 2000 de la Directiva Hábitat.

Sus dos especies más características en el Atlántico Europeo (Lithothamnion corallioides y Phymatolithon calcareum), han sido incluidas en la categoría de vulnerable en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas.

En Galicia, se pensaba que los bancos de maërl estaban formados casi exclusivamente por las dos especies mencionadas (Phymatolithon calcareum y Lithothamnium corallioides). Sin embargo, ahora se sabe que en los bancos gallegos también es muy abundante una tercera especie presente solo en Galicia y Algarve, con presencia muy puntual en el Mediterráneo occidental.

Además, se pueden encontrar diversos tipos de almeja, como la rubia, la vieira, etc.

Fondos de cascajo

Formados por restos grandes de conchas de moluscos. En cuanto a los vegetales que aquí se pueden encontrar, nos limitamos a algas microscópicas o algas incrustantes y variada fauna: pulpos, faneca, bivalvos, cangrejos, etc.

Sobre estos fondos se pueden encontrar una importante variedad de peces bentónicos, como peces planos, la raya mosaico o peces cartilaginosos como la pintarroja que viven sobre estos fondos. Sin embargo, son las especies demersales y epibénticas (organismos que viven asociadas con el fondo del mar o temporalmente en contacto con él) las más abundantes, de los que destacan tres familias: lábridos, espáridos y serranos.

Fondos de roca

Estas zonas constituyen el hábitat de una gran diversidad de especies de peces, algas y organismos epibentónicos. Los arrecifes formados por grandes rocas con abruptas grietas dan lugar a cavidades de distintos tamaños, que conforman áreas de puesta y alevinaje de múltiples especies. En estas estas zonas de las islas Cíes, se han descrito zonas de preferencia para la puesta de pulpos (Octopus vulgaris) y Sepias (Sepia officinalis).

El intermareal rocoso, se encuentra densamente colonizado por arrecifes de balanomorfos, arrecifes de mejillón (Mytilus galloprovincialis) o percebes (Pollicipes pollicipes), reflejando la riqueza de recursos que contienen estas aguas. Mientras que, en el sublitoral, se distribuyen los característicos bosques de laminarias, las cuales son consideradas especies fundadoras, proporcionando numerosos servicios ecosistémicos. Estos bosques, formados principalmente por Saccorhiza polyschides, Laminaria ochroleuca, Laminaria hyperborea y Laminaria saccharina, con especies de algas asociadas, proporcionan estructura de hábitat, alimento y refugio para otras especies de fauna y flora acompañante.

Tras este vegetado escenario, el arrecife rocoso se reviste con llamativos campos de anémonas, esponjas, tunicados y jardines de gorgonias.